El viernes 07 de agosto realizamos una manifestación a favor de lxs presxs palestinx, mapuches y de todos los luchadores encarcelados. Se inició en Atocha y terminó en la Puerta del Sol donde se leyó este comunicado:
Bienvenidas a todas y todos, gracias por venir.
Días de resistencia. Así es como hemos decidido llamar a las manifestaciones internacionales que se darán alrededor del mundo desde hoy, día 7 de Agosto de 2020, hasta el día 9. Sin embargo, no debemos olvidar que no ha habido un solo día desde el año 1948 en que Palestina y su gente se haya rendido en la lucha por sus derechos, identidad, tierra, y dignidad. Despojados de estas necesidades básicas para la vida y el ser en sociedad, la resistencia se ha convertido en el Sol que nunca se esconde tras las montañas de Palestina. Un Sol cuyos rayos van en múltiples y diferentes sentidos pero que, sin embargo, tienen un único fin: alumbrar permanentemente el camino de la vida, nutrirla, y hacerla crecer.
Por este motivo, no podemos irnos hoy sin recordar a las 4.700 presas y presos políticos palestinos secuestrados en las cárceles del régimen colonial israelí. 365 de ellos bajo detención administrativa, como es el caso de Ghassan Najjar, secuestrado de madrugada en su casa el pasado 25 de Junio y, hasta día de hoy, encerrado sin cargos ni juicio.
Según datos de Addammer, en torno a 160 de los prisioneros son niños que se encuentran en prisión preventiva sin haber cometido ningún delito. Estas detenciones son utilizadas por las instituciones de la ocupación como arma de guerra contra la población civil palestina, con el fin de desmoralizar y anular la resistencia. No hay más que ver cómo el principal objetivo de las órdenes de detención son aquellos que se encuentran inmersos en movimientos sociales, estudiantiles o políticos.
Un ejemplo de ello es Mahmoud Nawajaa, defensor de los DDHH y coordinador del movimiento por el Boicot, desinversión y sanción a Israel. Solamente en Julio, el Centro de Estudios de Prisioneros Palestinos comunicó que 350 palestinos habían sido arrestados, incluidos 42 niños y 10 mujeres. En solo unos días entre finales de Junio e inicios de Julio las fuerzas de ocupación detuvieron a 20 personas solo en Ramala, entre las cuales se encontraban estudiantes como Ruba Aasi, de la Universidad de Birzeit. También tenemos el caso de Layana Kayed que a principios de Junio fue arrestada en circunstancias similares. Con ellos son aproximadamente 80 estudiantes de la Universidad de Birzeit los que se encuentran detenidos en las cárceles del ente israelí.
La misma operativa se lleva produciendo estos meses en Hebrón, Jerusalén, Jenin y algunas zonas del Valle de Jordán.
Las detenciones no son la única arma de represión y exterminio, la ocupación sionista también lleva a cabo a diario demoliciones de hogares, de centros de salud para la prevención y detección del COVID-19 y, la ocupación de cada vez más hectáreas de tierra. Esto no es otra cosa que el cumplimiento de la fase final del proyecto de ocupación, en completa armonía con los planes de anexión que Netanyahu y Trump habían acordado para el 1 de Julio.
En último lugar, desde el movimiento de mujeres palestinas en la diáspora Alkarama, condenamos la represión que ejercen las fuerzas políticas dominantes en la franja de Gaza y en Cisjordania sobre activistas y periodistas que denuncian la corrupción y las ilegalidades, así como la división y la disputa por el poder entre ambas fuerzas. Por ello, exigimos convocar elecciones para el consejo nacional palestino en el que debemos participar y tener representación TODAS Y TODOS los palestinos, tanto los que están dentro del territorio de la Palestina histórica, como los que se encuentran en la diáspora. Nuestra exigencia, es una exigencia democrática que no pretende dividir a la resistencia y fuerzas políticas palestinas, sino construir un debate participativo que se encuentre en la base del proyecto político democrático y laico que queremos para nuestra nación.
Nuestra lucha contra el sionismo y el colonialismo continúa, hasta el retorno de todas las refugiadas palestinas a nuestra patria, la liberación de la tierra y el pueblo y la construcción de una sociedad democrática en toda Palestina, una sociedad de justicia, libertad e igualdad.
Pedimos, pues, a la sociedad civil internacional y palestina que denuncie la violación constante de los DDHH de la población Palestina y el apartheid israelí, así como vuestro apoyo y solidaridad en la consecución de un panorama político nacional palestino verdaderamente democrático.